La fotografía astronómica está haciendo progresos increíbles, como lo demuestran estos tres ejemplos. En el primer caso vemos una toma del planeta Saturno captada por la sonda Pioneer XI en 1979; en el segundo caso una captura del Voyager II en 1981 y por último una foto de la sonda Cassino obtenida en el 2009. Lentes cada vez más perfectos, mejores sensores y mayor capacidad de envío de datos, todo eso se conjuga a la hora de obtener imágenes cada vez más impresionantes del Universo que nos rodea.