sábado, 23 de marzo de 2013

México DF: el monstruo incontrolable


México, la metrópoli más grande de América Latina que desafía a los estadistas y a los futurólogos con 8 millones y medio de habitantes en 1970 y de 13 a 17 millones(1) en 1980, con un ritmo de crecimiento anual de 900.000 habitantes, o sea 35 millones en el año 2000. Un cuarto de la población amontonado en el 1,2 % de la superficie total del país. Un crecimiento aterrador, anárquico, incontrolable. La mitad de los habitantes de la gran ciudad de México viven en estos cinturones de miseria que invaden desordenadamente las colinas. Pronto será la ciudad más grande del mundo, seguramente la ciudad perdida más grane, también el cinturón de miseria más extendido; por ahora, es la más contaminada. 

Antes de la época de las lluvias, no se ve ni el solo ni los volcanes, sólo una espesa nube negruzca. ¿De qué sirven las inmensas ventanas de las oficinas de las grandes compañías si ya no se ve nada? Dos millones de vehículos pugnan por circular en los embotellamientos y las centenas de automovilistas privilegiadas asfixian a los que tienen que caminar o amontonarse en los autobuses.(2) Ellos, por lo menos, tendrán la ventaja de salir de la ciudad para respirar aire puro de vez en cuando. Los demás no: están condenados para siempre al óxico de carbono y otros humos de las fábricas.

En el centro de la ciudad ya no se puede respirar, hasta los árboles mueren poco a poco. Antes de que existieran las ciudades perdidas, la gente se amontonaba en las vecindades de las zonas insalubres de la antigua ciudad. El tráfico es cada vez peor, el aire se contamina cada vez más y cada día llegan 2.000 campesinos hambrientos con todo lo que poseen, en busca de un empleo que no van a conseguir. Ya nada puede controlar al monstruo...

(1) - La cifra oficial generalmente admitida es de 15 millones, algunos estiman que es de 19 millones, contando todas las pequeñas aglomeraciones que dependen de la ciudad.
(2) - Los coches privados, que representan el 93% de los vehículos, pertenecen al 21% de la población.

De "El mal desarrollo de América Latina: México, Colombia, Brasil"; de René Dumonte y M.F. Mottin; Panorama Editorial, México, 1982.

viernes, 15 de marzo de 2013

La ley inglesa y los chicos que fuman


Frank y Esnett son dos colegiales que, al salir de un "cine", encienden sendos pitillos, y como dos hombrecitos se lanzan a la calle echando más humo que un torpedero; por su desgracia, encuentran a un pasante del colegio: la catástrofe. Al día siguiente, el director se cree en el deber de aplicarles el castigo del látigo: la culta Inglaterra, que se considera el país donde más se respeta la dignidad humana, es el único país civilizado que conserva el castigo corporal en la ley y en la educación.

A la amenaza del látigo, Frank, de un salto, se pone al otro extremo de la sala; dos criados le persiguen, y tras una lucha encarnizada, le colocan sobre un pupitre; todo el colegio se ha reunido; un criado levanta la camisa al muchacho, y el mismo director le administra cuatro latigazos. Frank se retuerce de dolor y rompe a llorar. - Pida usted perdón -dice el maestro imperturbable.El alumno se niega; otro latigazo más fuerte; brota la sangre, y el muchacho, vencido, pide perdón por haber fumado en la calle.

Cuando el padre se entera no le rompe el bautismo al maestro, como habría hecho cualquier padre de estas tierras: va a quejarse al Tribunal de Policía por golpes y heridas; los magistrados se indignan... contra el padre, y dan la razón al maestro, que no ha hecho sino cumplir el reglamento del colegio, aceptado por el padre al llevar allí a su hijo. Nueva queja ante el Tribunal Superior de Londres; los jueces, deciden que el primer Tribunal ha fallado en justicia, imponen al padre y al hijo una multa de  cinco guineas a cada uno.-¿Dónde iríamos a parar -ha dicho el Tribunal Superior de Londres- si los maestros de escuela no tuviesen el derecho de corregir a sus alumnos? Los padres deben felicitarse de que otros cumplan ese deber en su lugar. 

No está mal que el "policement" que sorprende en la calle a un chicuelo fumando le decomise el tabaco, el papel y las cerillas y le arranque el pitillo de los labios. Si con todos nosotros hubieran hecho lo mismo nuestros "botones" y demás autoridades callejeras, no seríamos hoy esclavos y víctimas del tabaco. Lo que dirán los chicos de nuestros liceos. ¡Cuántas gracias tenemos que dar a Dios de haber nacido uruguayo!

(Tomado de la prensa diaria)

De "Cultura moral y código moral para los niños" de Joaquín Mestre; Papelería Comini, Montevideo, s/f.  

jueves, 14 de marzo de 2013

La Masonería en la América del Sur




Seríamos injustos con esta parte importante del Nuevo Mundo, si no consignáramos al concluir este trabajo, agunas líneas y recordaremos de paso los muchos e importantes rasgos de protección masónica que en ella han tenido lugar, mayormente en el sangriento y dilatado período de la guerra de la independencia que aquellos países sostuvieron con España; períodos en que unos y otros dieron pruebas de verdadero amor por nuestra Institución.

Extenso sería el catálogo que pudiéramos en este concepto presentar. Baste decir que más de una vez el lazo místico detuvo el encono y saña del enemigo, y que a él también se debe el que, uno de los caudillos de las huestes contendientes, abandonase aquellos países en donde su presencia hubiera podido, no sólo aumentar los estragos, sino prolongar por más tiempo lucha tan desastrosa.

Felices aquellos hh:: que por prueba de su grande amor que por la institución masónica o por haber cumplido con un juramento sagrado, merecen ocupar un lugar honroso en esta serie, o que, por lo menos, se juzgan dignos de pertenecer a ella por efecto de su entusiasmo y decisión por una Orden, cuyo lemas es Humanidad y Beneficencia!

Del "Manual de la Masonería" de Andrés Casarrda, Publicaciones Mundial, Barecona, s/f.

domingo, 10 de marzo de 2013

Un argumento pintoresco

Cabildo de Montevideo y Plaza Constitución en 1867.

En la sesión celebrada por la Cámara de Representantes el 18 de febrero de 1868, precisamente la víspera del día en que estalló, en Montevideo la revolución encabezada por Don Bernardo Prudencio Berro, en que este ilustre ciudadano perdió alevosamente la vida, y cayó asesinado en calle Rincón el General Don Venancio Flores, que tres días antes había resignado el poder dictatorial y se había retirado al seno del hogar, el diputado Don Héctor Varela que como un meteoro político, fue en breves días legislador y ministro y renunció enseguida para recuperar la ciudadanía argentina, presentó a la Cámara un proyecto por el que se autorizaba al Poder Ejecutivo a invertir hasta la suma de doscientos mil pesos en la construcción de un edificio que se denominaría el Parlamento Oriental y en el cual funcionarían ambas Cámaras.

Héctor Varela fundó su proyecto con breves palabras, pues luego de decir que estaba en la conciencia de todos la necesidad del edificio, agregó este pintoresco único argumento: "En un país donde a cada momento se invierten grandes sumas en un mercado para que se vendan lechugas, creo que no debe ser extraño que votemos una suma para tener una Cámara digna de este pueblo. Creo que esta sala no está en armonía con el adelanto del Pueblo Oriental, ni con la inteligencia de muchos diputados que toman asiento aquí".

Tomado de la sección "Revista Anecdótica" de la "Revista Nacional, literatura, arte, ciencia", editada por el Ministerio de Instrucción Pública; Tomo XLI, año XII, Nº 121, Montevideo, enero de 1949.

sábado, 9 de marzo de 2013

La gran Marian Anderson

Marian Anderson (1897-1993), cantante norteamericana

Marian Anderson, cuya fama es mundial, es querida del público americano como contralto excepcional. Hace giras con regularidad por Europa dando conciertos, y en 1957 llegó a la India y al Extremo Oriente. El presidente Eisenhower la nombró para que formara parte de la delegación norteamericana en las Naciones Unidas. Sirvió en la Comisión Delegada, en la cual trabajó en el fomento del desarrollo socil y educativo de todos los pueblos del mundo.

"Hay muchas personas dispuestas a hacer lo que es justo, porque en el fondo del corazón saben que es justo. Mas vacilan, esperando que sea otro quien dé el primer paso, y ese otro, a su vez, aguarda a que seamos nosotros quienes lo hagamos. Tan pronto como una persona cuya palabra tiene gran peso se atreve a emprender el camino de la franqueza y el valor, son muchos los que le siguen".

Marian Anderson (de su autobiografía)

jueves, 7 de marzo de 2013

A los señores maestros



A los niños les gusta saber, y sin embargo sucede que no quieren estudiar. Ese proceder del niño nace de la dificultad que encuentra su tierna inteligencia para comprender y asimilar lo que no está escrito para él; por eso el estudio le resulta tan penoso. Aliviar al niño en sus tareas escolares; facilitarle en lo posible, lo que debe aprender, hacerle interesante lo que debe estudiar, fue nuestra aspiración. Para conseguir nuestro objeto hemos sido concisos, porque muchas palabras alejan al niño de la idea principal; y hemos escrito con sencillez porque eso es lo que el niño quiere y así nos seguirá con gusto.

¿Hemos conseguido nuestro fin? Responderán los maestros que adopten nuestro libro y ven que él falicita su tarea y la de sus alumnos. Por nuestra parte agradeceríamos a los señores maestros se sirvan formularnos las observaciones que su experiencia les dicte a fin de que, en otras ediciones, podamos introducir en este libro, todas las innovaciones necesarias para hacerlo más interesante y más útil.

Prólogo del "Manual del Niño; nociones preliminares de gramática, aritmética, geometría, historia, geografía y ciencias"; Escuelas Profesionales Talleres Don Bosco, Montevideo, 1939.

lunes, 4 de marzo de 2013

El Nacionalismo según Mazzini

 Giuseppe Mazzin (1805-1872)

Para quien ve en la Nación algo más que un agregado de individuos nacidos para producir y consumir cereales, los fundamentos de esta vida son la fraternidad de la fe, la conciencia de un ideal común y la asociación de todas las facultades para trabajar armónica y airosamente hacia la consecución de ese ideal. La primera condición de esta vida es la solemne declaración, hecha con el libre y unánime consentimiento de nuestra máxima sabiduría y virtud, de que Italia, al sentir que le ha llegado la hora de la madurez, se levante con espontáneo impulso, en nombre del deber y del derecho inherente al pueblo, para constituirse en una Nación de hermanos libres e iguales, y solicite ese puesto que por derecho le corresponde entre las naciones que ya se han constituido.

La condición siguiente es la declaración del cuerpo de principios políticos, morales y religiosos en que el pueblo italiano cree hoy día, el ideal común hacia el que quiere aproximarse, de la misión especial que la distingue de otros pueblos y a la que tiene intención de consagrarse para su propio beneficio y para beneficio de la Humanidad. Y la condición final es determinar los métodos que  habrán de emplearse, y los hombres a quienes el país habrá de delegar la función de desarrollar la concepción nacional de la vida, y la aplicación de sus consecuencias prácticas en las múltiples ramas de la actividad social. Sin ellas, un país puede existir, tropezando de insurrección en insurrección, de revolución en revolución, pero no puede existir como Nación. Nuestro partido es fiel al ideal de las tradiciones de nuestro país, pero está pronto a armonizar con ellas las tradiciones de la Humanidad y las inspiraciones de la conciencia.

Lo que es verdad para una Nación, lo es para las relaciones entre las naciones. Las naciones son los individuos de la Humanidad. La organización nacional interna es el instrumento con que la Nación realiza su misión en el mundo. Las nacionalidades son sagradas, y están providencialmente constituidas para representar, dentro de la Humanidad, la división o distribución del trabajo para ventaja de los pueblos, como la división o distribución del trabajo dentro de los límites del Estado debería organizarse para el mayor beneficio de todos los ciudadanos. Si no buscan ese fin son inútiles y caen.

Del discurso "A los italianos", de Giuseppe Mazzini.

viernes, 1 de marzo de 2013

Cuatro aviones a reacción en cielos uruguayos



Desde el 24 del pasado mes de octubre, la Fuerza Aérea del Uruguay cuenta con cuatro espléndidos aviones a reacción entregados por los Estados Unidos a este país de acuerdo con el Convenio de Ayuda Mutua celebrado entre ambos. Son los primeros aviones a reacción de la aviación uruguaya. Los aparatos son Lockheed T-33, de una velocidad de crucero de 900 kilómetros por hora, una envergadura de 11,8 metros, caaces de levantar vuelo con un peso total de 7.250 kilogramos y habilitados para portar 4 ametralladoras y 50 bombas a gran distancia. Los T-33 constituyen una réplica de los F-80, siendo el Uruguay la primera nación que los recibe, de acuerdo, según decimos, al referido convenio.

Este tipo  de máquinas ya era conocido en Montevideo pues en enero de 1954 llegaron aquí conduciendo al mayor general Ruben C. Hood, comandante de las fuerzas aéreas norteamericanas del Caribe y al mayor Charles E. Yaeger, piloto de prueba, el primer hombre que logró romper la barrera del sonido volando en un avión a reacción Bell X-1, en una oportunidad que se ha vuelto histórica en el desarrollo de la aviación. Con tal motivo, el aeropuerto de Carrasco fue escenario de una interesante y significativa ceremonia a la que asistieron autoridades nacionales uruguayas, encabezadas por el presidente del Consejo Nacional de Gobierno, Dn. Alberto Zubiría, así como el embajador de los Estados Unidos, señor Jefferson Patterson, miembros de las fuerzas armadas y diplomáticos y agregados militares, navales y aéreos de varios países americanos.

Arribados los aviones en medio de la general expectativa de autoridades y público congregados en el lugar, una banda militar ejecutó los himnos uruguayo y norteamericano, después de lo cual el embajador Patterson hizo entrega oficial de las máquinas al Inspector General de la Fuerza Aérea del Uruguay, general Hernán Barú, con breves palabras en las que señaló que los cuatro aparatos "simbolizan no solo los adelantos de la propulsión a chorro, sino, con más particularidad, la amistad que une a los pueblos de Uruguay y Estados Unidos". Después hicieron uso de la palabra el Ministro de Defensa Nacional, señor J. Florencio Guimaraens y el general Barú, agradeciendo al gobierno de los Estados Unidos y a los pilotos que trajeron los aparatos -coronel Stark, mayor Baize y capitanes Martineh y Hart- lo que el hecho significaba como expresión de amistad y colaboración entre ambas naciones.

El bautizo de estilo lo hizo la señora de Zubiría, quien rompió sobre la proa de uno de los aparatos una botella de champaña con los colores del Uruguay y los Estados Unidos. La expresiva ceremonia coincidió con el festival que se celebraba en recuerdo del pionero brasileño de la aviación Alberto Santos Dumont, lo que prestó mayor realce a los actos efectuados esa tarde.

Nota de la revista "Comentario", publicada por el Servicio de Información de los Estados Unidos, edición Nº 17, octubre de 1956.