En la Divina Comedia de Dante Alighieri (1265-1321) los tres reinos aparecen perfectamente estructurados, no sólo en el número de cantos, sino en las divisiones topográficas internas: en el Infierno están distribuidos los diferentes pecados, en el Purgatorio las inclinaciones pecaminosas y en el Paraíso las diferentes virtudes. La situación concreta de cada alma se corresponde con la naturaleza del pecado-tendencia-virtud que la define.
El Infierno es una especie de cráter, de cono invertido por el que se va descendiendo a través de círculos cada vez más estrechos y más dolorosos. En los primeros círculos se castigan los pecados menos graves, y así en un orden creciente de dolor hasta llegar al centro de la Tierra y fin del Infierno.
En el Purgatorio se hace el movimiento contrario: en vez de bajar se asciende por la montaña del Purgatorio, en cuya cumbre se encuentra el Paraíso. Dante va conociendo las penas purificadoras que padecen las almas. Todos los personajes que hay en el Purgatorio han actuado por amor, aunque lo hayan hecho de manera errada. Los más cercanos al Paraíso son los menos errados y los más alejados los más.
En el Paraíso todos son completamente felices, pero sin embargo son presentadas las almas en la infinita variedad que existe dentro de la completa felicidad. También aquí existe una jerarquía. Conforme Dante se va elevando, va entendiendo más, hasta llegar al conocimiento completo que se da en Dios.
¡Qué inútiles son las palabras para expresar el concepto y qué pálido el concepto para expresar lo que vi!
¡Qué inútiles son las palabras para expresar el concepto y qué pálido el concepto para expresar lo que vi!
Dante Alighieri, La Divina Comedia
Vía │ Acrópolis de Córdoba
2 comentarios:
Uff, increible leí a Dante hace menos de dos años y ya no me acuerdo de nada, aparte de la famosa frase: "Lasciate ogne speranza voi ch'intrate..."
Muy buenos diagramas Parlanchín!
No creo en la vida después de la muerte, así que por suerte no tengo que pasarme la vida temiendo al Infierno, o para el caso, temiendo aun más al Cielo. Porque, sean cuales sean las torturas que haya en el infierno, creo que el aburrimiento de estar en el Cielo debe ser todavía peor. (Isaac Asimov)
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