domingo, 2 de agosto de 2015

Un sorprendente sarcófago etrusco


En 1871 el Museo Británico compró un buen número de antigüedades a un italiano llamado Alessandro Castellani. El mejor objeto de aquella colección era un sarcófago de terracota de tamaño considerable, cuyo origen era situado en el siglo VI a.C. Castellani declaró que un tal Pietro Pennelli lo había encontrado en una excavación en Cervetri (Etruria).

El museo tardó dos años en acabar de montar el sarcófago, ya que este había sido comprado desmontado y hecho piezas. Algunas cuestiones del objeto lo hacían peculiar. Por ejemplo, había una figura desnuda masculina, cuestión muy extraña para un objeto de esa época y tipo. Otras figuras, en cambio, mostraban detalles en sus ropas que parecían sacadas del siglo XIX. Sorprendente.

En 1875, cuatro años después de la adquisición por parte del Museo Británico, un hermano de Pietro Pennelli comentó que él había hecho aquel objeto, y que por lo tanto era falso. Aquello no dejaba en muy buen lugar a los expertos del museo. Se demostró que la inscripción de la parte inferior de la tapa había sido copiada de un objeto del Louvre. En resumen, que aquel objeto era absolutamente falso. A pesar de ello, el museo se negó durante sesenta años a admitir su error y no lo hizo hasta 1935. El problema real es que por entonces el objeto ya había sido fotografiado, copiado, usado como ejemplo y tratado en multitud de libros sobre arte etrusco. 

Vía: Curistoria

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