domingo, 19 de julio de 2015

La ciudad extensa


Buenos Aires sólo encuentra límite a su extensión física por el este, aunque ya muchas veces el Río de la Plata hubo de retraerse y ceder centenares de hectáreas ante su empuje. Pero la urbe, opulenta y señorial, traza paseos y jardines en las tierras así habidas y de tan enorme extensión, que bien pudieran contener otra ciudad.La metrópoli, realmente crece desde el río hacia su periferia y los límites municipales son rebasados formando un solo cuerpo con sus aledaños. Como otrora los primitivos vecinos, hoy se unen a la Capital, de hecho, muchísimas poblaciones limítrofes. Avanza así el enorme conglomerado urbano, cuya densidad edilicia y de población, tienen su base en el Centro, junto al río y se expande hacia el dilatado perímetro.

A partir de Plaza de Mayo, Constitución, Retiro y Miserere, los medios de comunicación rapidísimos debieran tener sendos recorridos mínimos, en líneas electrificadas, con gran abundancia de trenes y estaciones, creándose nuevas secciones y ramales intermedios. Toda esa red ferroviaria moderna deberá empalmar con una bien organizada combinación de subterráneos, de tal manera que los ferrocarriles a nivel no crucen la ciudad como lo hacen actualmente, evitando impedimentos y facilitando la libre circulación de los vehículos en las calles, obstaculizadas actualmente por las barreras.

Como medida complementaria se desongestionará el Centro suprimiendo la circulación de tranvías  y sustituyéndolos por otros vehículos de más fácil maniobra. Conviene allí eliminar el estacionamiento de rodados, de forma total y definitiva, arbitrando espacios y medios para la construcción de grandes playas para automóviles, bien sean subterráneas o a nivel. Interesa encarar la posibilidad de cambios de ubicación de ciertas oficinas públicas, claro está, en forma metódica y de acuerdo a un plan. La fácil y simplificada traslación y circulación de los habitantes, es un problema importantísimo, cuya feliz solución tiene enorme trascendencia para el presente y futuro de la Ciudad.

De "Buenos Aires, ciudad, patria, mundo" de Luciano Rottin; Artes Gráficas Miguel Briuolo, Buenos Aires, 1949.                                                         

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