lunes, 29 de octubre de 2012

Dante y la Divina Comedia

Dante Alighieri (1265-1321)

No se conoce mucho acerca de la biografía de Dante Alighieri, excepto que era hijo de un jurisconsulto florentino y que tomó activa parte en los asuntos políticos de su ciudad natal durante la primera mitad de su vida. A despecho de su absorción por la política, se las compuso para adquirir un completo dominio del conocimiento filosófico y literario de la época. En 1302 el partido al que pertenecía fue despojado del poder y él se vió obligado a marchar al exilio por el resto de su existencia. Casi todos sus escritos responden a este período.

Dante llamó a su obra magna simplemente Comedia, pero sus panegiristas del Renacimiento se refirieron siempre a ella como La Divina Comedia, y con este nombre ha llegado hasta nuestros días. Escuetamente, puede considerársela como el drama de las luchas, tentaciones y final redención del alma. Pero en realidad es mucho más que esto, ya que constituye un sumario completo de la cultura medieval, una magnifica síntesis de la filosofía escolástica, la ciencia, la religión y los ideales éticos y económicos de la gran edad feudal.

El tema dominante es la salvación del individuo por la razón y la gracia divina conjugados, pero abarca muchos temas más. El universo es concebido como un mundo finito del cual la tierra es centro y el cual todo lo existente ha sido creado para beneficio de las criaturas. Los fenómenos naturales se explican con relación al esquema divino de paz y justicia en la tierra, y la salvación en la vida del más allá. El libre albedrío capacita a los seres humanos para que elijan el bien y eviten el mal.El peor de los pecados humanos es la traición o abuso de confianza; los que proceden de la debilidad de la carne son pecados veniales. 

En muchos sentidos, Dante fue un humanista. Amaba a los clásicos y reverenciaba a Aristóteles, Séneca y Virgilio. Para personificar a la filosofía prefirió Virgilio a otros teólogos cristianos; admitió a ciertos paganos distinguidos en lugares muy confortables del purgatorio. Fue más lejos aún; no vaciló en condenar al infierno a eminentes pontífices. En virtud de su potencia imaginativa y del calor y vigor de su estilo, Dante merece un puesto entre los más grandes poetas de todos los tiempos. Para el historiador es particularmente importante su acabado retrato de la mentalidad de fines de la Edad Media.

De "Civilizaciones de Occidente: su historia y su cultura" por Edward McNall Burns; Ediciones Peuser, Buenos Aires, 1953.

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