jueves, 29 de noviembre de 2012

Estudiantes ciegos consiguen grabaciones de libros de texto


Muchas personas ciegas de los Estados Unidos ya no tienen que afrontar una vida de inactividad y dependencia. Gracias a un adiestramiento especial, muchas de ellas desempeñan ocupaciones corrientes; otras asisten a las mismas escuelas escuelas secundarias y universidades a que concurren los estudiantes de vida normal. Pero los estudiantes ciegos han tenido problemas para no quedarse a la zaga de sus condiscípulos videntes, especialmente en las tareas de lectura. Muy pocos de los numerosos libros que se requieren se han transcrito al sistema Braille, o sea en letras resaltadas especialmente para los ciegos.

El problema se ha solucionado en parte con voluntarios que leen en voz alta para los ciegos. Pero al estudiante ciego se le ha hecho bastante difícil encontrar "lectores". Para aliviar esta situación, una organización sin fines de lucro del Estado de Virginia -Recording Service for the Visually Handicapped, Inc.- les está suministrando gratis grabaciones de los materiales que solicitan. También hace pedidos de textos para los estudiantes por medio de la sección "Libros que hablan" de la Biblioteca del Congreso y servicios de libros en Braille. El presidente de la organización es Richard F. Harris, estudiante consejero de la Universidad Comunitaria de Virginia del Norte, quien es ciego.

El señor Harris cree que el servicio de grabaciones en cinta magnetofónica es mejor que el que prestan los "lectores". Y al respecto dice: "Un estudiante cuenta con pocos fondos, los lectores no están disponibles a toda hora, y no se pueden usar sus servicios para que repitan un texto doce veces. Para estudios universitarios, el uso de libros de Braille es demasiado lento para que el estudiante se mantenga a día en la lectura de todo el material requerido en el curso. Las cintas pueden grabarse a la medida, para que el lector pueda empezar en el capitulo tres, si fuere necesario, y después ir saltando, a otras partes del libro como lo hace el profesor".

Después que un estudiante ciego ha usado el material grabado a solicitud suya, la cinta se envía a la capital estatal, Richmond, donde la Comisión de Virginia para los Impedidos de la Vista la reproduce para otros estudiantes. En forma similar, la Biblioteca del Congreso reproduce las cintas que graba para estudiantes universitarios.

De la revista "Enfoques de Aula", Nº 1 de 1971. Publicación del Sistema Cultural e Informativo de los Estado Unidos de América.

martes, 20 de noviembre de 2012

El Obelisco a Rodó


Recorríamos la ciudad salteña acompañando a un visitante extranjero.

- Este es el Obelisco a Rodó.

- ¡1922! -lee asombrado el camarada. En efecto: esta urbe fue todas la primera en rendir homenaje póstumo al maestro de Ariel. Los demás tributos admirativos vinieron después del suyo. Fue asimismo la iniciadora en otras cosas que entroncan con la vida moral, el intelecto, la inteligencia. Lo iremos probando. Lo consignaremos poco a poco, para que lo sepan los de afuera y no lo olviden los de acá.

"Numen", Salto, Nº 23, diciembre 1950.

sábado, 17 de noviembre de 2012

La ciudad hispanoamericana: historia y situación


El fenómeno general de la concentración urbana, origen y expresión de los más graves problemas del mundo contemporáneo, adquiere en Hispanoamérica caracteres singulares. El área hispanoamericana se caracterizó desde un principio por la significación atribuida a las ciudades, de las que hicieron los conquistadores los núcleos para la ocupación de la tierra y los centros de difusión cultural para su incorporación al mundo cristiano, esto es, europeo. Desde entonces comenzó cierto juego de relaciones entre las ciudades y las zonas rurales, que constituye una de las líneas fundamentales del desarrollo histórico de Hispanoamérica.

Las ciudades, concebidas según la tradición urbana de la Europa medieval, fueron impostadas sobre una realidad desconocida y comenzaron a operar en relación con ella según las exigencias de situaciones nuevas. Esa relación ha signado tanto el proceso socioeconómico como el proceso cultural de Hispanoamérica. De ahí que el exámen del papel desempeñado por las ciudades en los procesos contemporáneos deba arrancar de las funciones para las que fueron establecidas, y continuar con las transformaciones que la realidad les impuso. El tema de este estudio corresponde al primer aspecto de este análisis.

En el siglo XVI, sobre todo, la ciudad hispanoamericana nace de actos políticos que, desde el primer momento, se institucionalizan. Ahora bien, el marco institucional es común; se apoya en una legislación homogénea, en costumbres muy arraigadas y en prescripciones prácticas análogas si no idénticas. Inicialmente, pues, los fenómenos urbanos son similares, tan similares como son los textos de las numerosas actas de fundación, o los primeros actos institucionales de reparto de solares o de establecimiento de cabildos. Precisamente, uno de los aspectos más importantes del análisis del desarrollo urbano en Hispanoamérica consiste en señalar la progresiva diferenciación de ciudades y de procesos urbanos que han comenzado por ser idénticos, y a los que las circunstancias han impreso luego tendencias diversas.

Pero es necesario evitar un peligro en el que, por cierto, se ha caído muchas veces. Pese a la diferenciación de las ciudades y a su singular proceso de desarrollo, la legislación mantuvo sus caracteres generales; de modo que si se atiende a los esquemas institucionales -en lo económicosocial tanto como en lo político- puede caerse en el error de suponer una identidad que la realidad negaba por encima de los textos legales. De todos modos, esa similitud inicial constituye un hecho fundamental, un dato precioso para explicar numerosos fenómenos de desarrollo cuyo proceso revela el conflicto entre las condiciones impuestas en un principio y las necesidades y posibilidades que ofrecían en cada lugar las circunstancias. Pero no sólo por eso.

La similitud inicial se perpetuó de alguna manera -más allá de los cuadros legales- a causa de las condiciones impuestas por la dependencia política de España, lo que significaba sujeción a normas de tipo económicosocial y, además, a causa de una común limitación de posibilidades, según las que España ofrecía, y las que, de hecho, podía ofrecer desde su propia situación en el área europea. Vinculadas preferentemente a actividades comerciales y administrativas, las ciudades latinoamericanas no podían evadirse de ese condicionamiento. Era también inevitable, en consecuencia, que se desarrollaran todas dentro de un cuadro común.

Dentro de ese cuadro común es, pues, posible estudiar la ciudad hispanoamericana, su estructura económicosocial, su ordenamiento institucional y sus funciones, las formas de mentalidad y de vida propias de los diversos grupos. Pero desde el principio es necesario señalar las variables que se insinúan en cada caso, y que permiten señalar los orígenes de los cambios que más tarde se harán patentes.

De "La ciudad hispanoamericana: historia y situación" de José Luis Romero; edición de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República, Montevideo, 1967.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Entonces... ¿estallará la Tierra?


Todos los días llegan a vuestros ojos y oídos noticias de nuevos y terribles experimentos con bombas atómicas, ese explosivo incendiario de tan espantosa potencia que, con ser arrojado una sola vez, puso fin a la Segunda Guerra Mundial. Un energía gigantesca, muchos millones de veces más potente que la dinamita, ha sido liberada por los hombres de ciencia: es la desintegración de la materia.

Las personas mayores ven en ella otro motivo de intensa inquietud, pero los optimistas de la nueva generación sólo la consideran como una fuente inagotable de energía que evitará a la humanidad gran parte de sus diarias fatigas, y no tienen en cuenta los temores de los pesimistas, que prevén guerras horribles, la destrucción instantánea de ciudades enteras y la desaparición de la civilización con el consiguiente retorno de los sobrevivientes a la edad de las cavernas... El mismo Einstein dijo: "Quizá sean aniquilados los dos tercios de la humanidad: pero quedarán libros, y la civilización volverá a comenzar..."

Y también hay superpesimistas que, lisa y llanamente temen que los sabios terminen por hacer estallar la Tierra en mil pedazos, ¡como ya le sucedió a otro planeta, hermano del que habitamos el "Planeta 28"!

De "Los últimos milagros de la ciencia" de Pierre Devaux; Colección "Mi primera biblioteca", Antonio Vallardi Editor, Milán, 1955.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Estemos prontos


No olvidemos que Alemania ha hecho fracasar en la Conferencia de La Haya el arbitraje obligatorio, y que poco faltó para que hiciese fracasar también la constitución del tribunal permanente de arbitraje.(1) No olvidemos que en Prusia existe un poderoso "partido militar". Una educación patriotera llena odio para nosotros se difunde en sus escuelas. La conciencia nacional camina muy lentamente hacia las ideas de justicia internacional a pesar de los esfuerzos de hombres de corazón como el coronel de Edigy (2), a pesar del éxito estruendoso de ese admirable libro: ¡Abajo las armas! (3)

No olvidemos que también nosotros tenemos nuestros patrioteros, como los alemanes tienen a aquellos a quienes de Egidy llama los "vocingleros belicosos": esos "vocingleros" que alimentan nuestros aparecidos pueden en un momento dado enloquecer una opinión pública mal informada, como en 1870, y reducir al silencio a los espíritus clarovidentes. En la Cámara de Diputados, Thiers y Gambetta, que se oponían a esa guerra insensata fueron insultados y Emilio Ollivier, presidente del Consejo, tranquilizaba a todo el mundo diciendo: "¡Señors, será un paseo militar!"

Debemos, pues, prever la demencia provocada entre nosotros por los violentos y los "vocingleros belicosos"; debemos preverla en los otros pueblos y estar prontos. La guerra es un mal muy grande. Pero no es el peor de los males: la dignidad y el cuidado de la libertad nacional pueden hacer de la guerra una necesidad. La cobardía alienta los instintos de pillaje, de violencia, de barbarie en las naciones brutales. La cabeza está hecha para pensar, pero debe estar pronta para llevar el casco, si quiere poder pensar libremente. 

Es necesario que la Europa sepa que nosotros no provocaremos querellas a nadie, pero que lucharemos como héroes sin se nos ataca injustamente. Como la guerra no se improvisa, es necesario que la nación se esfuerce por llevar al más alto grado de eficacia su potencia defensiva; si llegara a faltar esa preparación incesante nuestra seguridad estaría perdida. Seamos, pues, una gran nación pacífica, justa, razonable, generosa, cortés, amable; pero seamos una nación temible para quien nos ataca injustamente.

Acepta, pues, valerosamente el servicio militar: la guerra es un oficio que se aprende: es necesario conocer el  manejo del fusil, ser un excelente tirador, conocer la puntería del cañón, saber montar a caballo. Un soldado debe adquirir ese sentido especial que le hace hallar la mejor manera de utilizar el terreno; un sinnúmero de detalles no pueden aprenderse sino en las maniobras. Como todo buen obrero de una obra cualquiera, debes comprender, perfeccionarte y transformarte en un soldado temible para el enemigo, mediante tu habilidad, tu inteligencia y tu iniciativa.

(1) Véase Libro amarillo sobre la Conferencia de Paz.
(2) DE EGIDY:  La era sin violencia.
(3) BARONESA DE SUTTNER: ¡Abajo las armas! Este libro debería estar en todas las bibliotecas.

Del "Curso de Moral" de Julio Payor; Librería Nacional: A. Barreiro y Ramos editor, Montevideo, 1913.