viernes, 5 de febrero de 2010

Carta de Freud a una madre preocupada por la homosexualidad de su hijo

Esta carta, escrita originalmente en inglés y enviada desde Viena a una mujer desconocida, revela la mirada abierta con que el fundador del psicoanálisis contemplaba el asunto de la homosexualidad en su madurez. Una mirada más comprensiva que la de muchos de sus seguidores que, haciendo suyos los prejuicios de la época contra la sexualidad no procreativa, emplearon el psicoanálisis para eliminar lo que ellos consideraban una enfermedad o desviación, no una variedad legítima del deseo sexual humano.


Viena, 9 - 4 - 1935

Estimada señora:

Deduzco, por su carta, que su hijo es homosexual. Lo que más me impresiona es el hecho de que usted haya omitido este término cuando me ha hablado de él. ¿Puedo preguntarle por qué lo evita? La homosexualidad, desde luego, no es una ventaja, pero tampoco es nada de lo que haya que avergonzarse. No es un vicio, ni un signo de degeneración, y no puede clasificarse como una enfermedad. Más bien la consideramos una variación de la función sexual, originada en una detención del desarrollo sexual.

Muchas personas sumamente respetables, tanto de la antigüedad como del presente, han sido homosexuales. Entre ellos están algunos de los más grandes: Platón, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, etc. Es una gran injusticia perseguir la homosexualidad como si fuera un crimen, y una gran crueldad también. Y si no me cree, lea los libros de Havelock Ellis.

Cuando me pregunta si puedo ayudarla, supongo que quiere decir si puedo acabar con la homosexualidad de su hijo y reemplazarla por la normalidad, por la heterosexualidad. La respuesta es, en términos generales, que no podemos asegurar un resultado. En cierto número de casos hemos logrado despertar los gérmenes frustrados de las tendencias heterosexuales, que están presentes en todo homosexual, pero en la mayoría de los casos esto no es posible. Es cuestión de la personalidad y de la edad que tenga el individuo. Los resultados del tratamiento no pueden predecirse.

Lo que el psicoanálisis podría hacer por su hijo es algo muy diferente. Si se siente infeliz, neurótico, desgarrado por los conflictos, inhibido en su vida social... el análisis puede traerle armonía, paz mental, plena eficiencia, independientemente de si sigue siendo homosexual o si cambia. Si usted se decide, yo podría encargarme de hacerle el análisis. Pero no creo que sea posible. El tendría que trasladarse a Viena, pues yo no tengo la intención de moverme de aquí. Sin embargo, no deje de darme alguna respuesta.

Atentamente, y con mis mejores deseos,

Sigmund Freud.

1 comentario:

iFer dijo...

Estupenda respuesta.

PD: Feliz Cumpleaños, amigo ! Pese a que por lo visto te ha tocado un domingo y encima lluvioso, que pases muy pero muy bien tu día !
"Lo esencial es invisible a los ojos", no verdad ?

Un beso grande.