Tú que pasas y levantas contra mí tu brazo, antes de que me hagas daño, óyeme bien:
Soy el calor de tu hogar en las frías noches de invierno; soy la sombra amiga que encuentras cuando caminas bajo el sol de enero, y mis frutas son la frescura apetecible que te sacia la sed en los caminos.
Soy la armazón amiga de tu casa, la tabla de tu mesa, la cama en que tú descansas, y la madera de tu barco.
Soy el mango de tu azada, la puerta de tu morada, la madera de tu cuna y la envoltura de tu ataúd.
Soy el pan de la bondad y la flor de la belleza.
Tú que pasas, óyeme bien y...
No me hagas daño
SOY EL ÁRBOL
Volante de la Sociedad Luz de Buenos Aires
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