lunes, 31 de diciembre de 2007

La misteriosa dama de blanco


Rufina Cambaceres (1884-1903) era descendiente de una importante familia. Su tio fue un reconocidao político y su padre, Eugenio (1843-1888), un escritor que develó la hipocresía social de fines del siglo XIX. (Su padre se había casado con una actriz austríaca. Este matrimonio nunca fue bien visto por la aristocracia local). En la noche en que celebraba sus diecinueve años, fue encontrada muerta sin causa aparente. Enterrada rápidamente, los guardianes del cementerio luego de algunos dias que el ataúd se habia desplazado. Al abrirlo vieron golpes y rasguños en el rostro de Rufina, seguramente provocados por su intento desesperado de escapar, puesto que fue enterrada viva, presumiblemente en estado de catalepsia. Nadie sabe con exactitud que sucedió, aunque había sido examinada por tres médicos. Su familia eligió a Richard Aigner para la realización de la escultura art déco, coronada con abundantes detalles florales, que pretende guiar a Rufina hacia las puertas celestiales, dejando atrás sus terribles últimos momentos . Quizás Rufina sea la misteriosa dama de blanco que mucha gente jura haber visto vagando por la noche cerca del cementerio de la Recoleta de Buenos Aires.

1 comentario:

MartínR dijo...

me cague todo :P jaja, que historia, que horrible ser enterrado vivo, ni me quiero imaginar.