Muchas personas ciegas de los Estados Unidos ya no tienen que afrontar una vida de inactividad y dependencia. Gracias a un adiestramiento especial, muchas de ellas desempeñan ocupaciones corrientes; otras asisten a las mismas escuelas escuelas secundarias y universidades a que concurren los estudiantes de vida normal. Pero los estudiantes ciegos han tenido problemas para no quedarse a la zaga de sus condiscípulos videntes, especialmente en las tareas de lectura. Muy pocos de los numerosos libros que se requieren se han transcrito al sistema Braille, o sea en letras resaltadas especialmente para los ciegos.
El problema se ha solucionado en parte con voluntarios que leen en voz alta para los ciegos. Pero al estudiante ciego se le ha hecho bastante difícil encontrar "lectores". Para aliviar esta situación, una organización sin fines de lucro del Estado de Virginia -Recording Service for the Visually Handicapped, Inc.- les está suministrando gratis grabaciones de los materiales que solicitan. También hace pedidos de textos para los estudiantes por medio de la sección "Libros que hablan" de la Biblioteca del Congreso y servicios de libros en Braille. El presidente de la organización es Richard F. Harris, estudiante consejero de la Universidad Comunitaria de Virginia del Norte, quien es ciego.
El señor Harris cree que el servicio de grabaciones en cinta magnetofónica es mejor que el que prestan los "lectores". Y al respecto dice: "Un estudiante cuenta con pocos fondos, los lectores no están disponibles a toda hora, y no se pueden usar sus servicios para que repitan un texto doce veces. Para estudios universitarios, el uso de libros de Braille es demasiado lento para que el estudiante se mantenga a día en la lectura de todo el material requerido en el curso. Las cintas pueden grabarse a la medida, para que el lector pueda empezar en el capitulo tres, si fuere necesario, y después ir saltando, a otras partes del libro como lo hace el profesor".
Después que un estudiante ciego ha usado el material grabado a solicitud suya, la cinta se envía a la capital estatal, Richmond, donde la Comisión de Virginia para los Impedidos de la Vista la reproduce para otros estudiantes. En forma similar, la Biblioteca del Congreso reproduce las cintas que graba para estudiantes universitarios.
De la revista "Enfoques de Aula", Nº 1 de 1971. Publicación del Sistema Cultural e Informativo de los Estado Unidos de América.
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