París.... 1777.
El dador de la presente, que sale para América, me insta para que le dé una carta de recomendación, a pesar de que no conozco su persona, ni siquiera sé su nombre. Esto os parecerá quizás extraordinario, pero os juro que aquí no es cosa rara. Con efecto, a veces un hombre a quien no conocéis acompaña a otro, a quien conocéis menos, con el objeto de recomendarlo; y a veces se recomiendan el uno al otro. En cuanto al personaje dador, a él mismo podéis dirigiros, si deseáis saber sus méritos y sus talentos; él los sabe de fijo mucho mejor que yo. Dadle no obstante aquella buena acogida a que tiene derecho todo extranjero de quien no sabe cosa alguna mala; y os ruego le prestéis todos los buenos oficios, y le dispenséis toda la benevolencia de que le creías digno cuando le habréis conocido mejor.
Soy vuestro apasionado, etc.
Curiosa carta de Benjamín Franklin, transcripta en el libro "Los Titanes de lo extravagante y raro"; Ediciones Anaconda, Buenos Aires, 1946.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario