ADELANTE, muchachos. Oíd el clamor de los bosques, de las montañas y los rios. Oíd el clamor que vuelve de las razas que soportaron exterminio.
El nuevo mundo tiene alma, y esta alma va al porvenir, jinete de los siglos, casi sin riendas y en pelo, en el galope tendido del gaucho por la pampa.
América es amor; coprensión de la solidaridad humana; disminución de las miserias y crueldades.
Brille la justicia en nuestro espíritu, y resplandecerá por todo el orbe.
¡Adelante! ¡Adelante!
Hay un oriente, un sol, un día para las almas.
De "Alma Nueva" por Constancio C. Vigil; Editorial Atántida, Buenos Aires, 3a. edición, s/f.
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