"La Libertad guiando al pueblo" de Eugene Delacroix
Durante mucho tiempo el liberalismo aparece como un bloque: para Benjamín Constant, liberalismo político, liberalismo económico, liberalismo intelectual y liberalismo religioso no constituyen más que los aspectos de una sola e idéntica doctrina. "He defendido durante cuarenta años -escribe- el mismo principio: libertad en todo, en religión, en literatura, en filosofía, en política; y por libertad entiendo el triunfo de la individualidad, tanto sobre la autoridad que pretenda gobernar mediante el despotismo, como sobre las masas que reclaman el derecho de sojuzgar a la minoría".
Esta concepción es la del siglo XVIII, para el que la unidad del liberalismo era un dogma indiscutible. Pero en el siglo XIX se produce un hecho capital: la fragmentación del liberalismo en varias ideologías distintas, aunque no siempre distinguidas:
- El liberalismo económico descansa sobre dos principios: riqueza y propiedad; se opone al dirigismo, aún aviniéndose con los favores del Estado; es el fundamento doctrinal del capitalismo.
- El liberalismo político se opone al despotismo; es el fundamento doctrinal del gobierno representativo y de la democracia parlamentaria.
- El liberalismo intelectual se caracteriza por el espíritu de tolerancia y conciliación; este espíritu liberal no es exclusivo de los liberales, algunos de los cuales se muestran incluso, notablemente intolerantes.
De la "Historia de las ideas políticas" de Jean Touchard; Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, 1971.
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