El acontecimiento social de la semana ha sido el "baile blanco" en casa del doctor Aureliano Rodríguez Larreta, efectuado el lunes 18.
La presentación de distinguidas niñas que han querido entrar a la vida social bajo los auspicios de una dama que como la señora Matilde Arocena de Rodríguez, posee la más refinada distinción, "et par droit de naissance"; las señoritas que formaron hermoso marco a las presentadas, y las danzas elegidas, en que tuvieron representación lucida las clásicas, todos contribuyó a realzar el éxito y el brillo de la fiesta.
Es realmente encantadora la resurrección de los bailes antiguos que se producen en este fin de siglo, que quiere morir, como su antecesor, haciendo las reverencias señoriles de la gavota y mostrando la gentileza y elegancia de los movimientos en las figuras del minuet.
Debemos felicitar a los que contribuyeron a esa feliz resurrección, y que, más que por afán de novedad, por acreditar la tradición de nuestro pasado social, reproducen en sus salones esas danzas elegantísimas.
(...) Es de esperarse, que en vista del éxito obtenido por la fiesta del doctor Rodríguez Larreta, habrá bien pronto en nuestra alta sociedad alguna otra "soirée" danzante del mismo género. Las noches hivernales (sic) son largas, y la sociabilidad montevideana no abunda, desgraciadamente, en manifestaciones de tan simpática índole. Son plausibles, por lo tanto, las intenciones que tienen algunas damas de la "haute", de abrir sus salones en los próximos meses de Agosto y Septiembre. Ya se anuncian algunos bailes y tertulias, de los cuales el más original y el más sonado, resultará, de seguro, el que prepara la distinguida señora Bernarda Arrien de Howard.
El "clou" de esa fiesta en gestación, será (según nos lo dice al oído un travieso reporter con faldas), la presentacion de un grupo de señoritas y caballeros en los trajes que se usaban en Montevideo en 1830. La indumentaria originalísima de nuestra época romántica, será reproducida con verdadera exactitud arqueológica, y el grupo será presentado en una sala especial, amueblada según el estilo de la época".
"Rojo y Blanco", Año I, Núm. 2, 24 junio de 1900, en Alfredo Castellanos: "La Belle Epoque", p.12.
ah... que tiempos aquéllos señor Don Simón.
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