En el mundo se crean unos 120.000 blogs diarios. Y, como es lógico, no todos gozan del mismo estatus. Unos son muy visitados y otros caen rápidamente en el olvido.
Empiece explorando. Un bloguero empieza a serlo cuando lee blogs, no cuando los escribe.
Se bloguea con los pies porque se escribe de lo que le pasa cada día, y eso da al blog el componente de diario, que es una de sus señas de identidad.
Escriba con regularidad. Haga de ello un hábito.Vincúlelo todo: si sus lectores encuentran interesante lo que escribe y lo que vincula, volverán. Recuerde que si cita a alguien es posible que haga clic para ver qué ha dicho de él.
Escriba para usted, no para los demás. Un blog es un diario personal, aunque sea colectivo.
Escriba lo que le apetezca, y mande a paseo a quien entre a decirle sobre qué puede escribir y sobre qué no. Es su casa, y las reglas las pone usted. A quien no le guste, que se vaya.
Use su blog para algo que tenga valor para usted.Piérdale el respeto a Internet. Internet no son las tablas de la ley, no tiene que escribir con un estilo perfecto, ni pensar muchísimo los temas.
Controle sus estadísticas. No se obsesione con ellas, pero úselas para ver de dónde le viene el viento, qué sitios le envían visitas, por qué lo hacen, quiénes le vinculan o a qué responde su tráfico. No escriba para ellas, pero tampoco navegue a ciegas.
No alimente al troll. Tarde o temprano aparecerá en su blog gentuza con vocación destructiva, con ganas de insultar, de criticar por criticar. Que no le tiemble la mano: ponga unas reglas claras, borre lo que no las cumpla, y jamás responda a la provocación, porque eso les proporciona la felicidad más intensa. Tampoco caiga en la trampa de confundir trolls con opiniones discordantes. Si no permite el debate, su blog perderá valor, pero nada ni nadie le obliga a mantener colgado en la pared de su casa algo feo. Borrar la basura no es censurar, es tener sentido común y cuidar su casa para que otros se sientan a gusto en ella.
No mienta. En la blogosfera, se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Si lo que escribe lo ha leído en otra parte, vincúlelo, déle crédito. Si no está seguro de algo, dígalo.
Y de propina… El verdaderamente indispensable: PÁSELO BIEN y disfrute.
Visto en: http://blogvecindad.com/page/8