jueves, 31 de diciembre de 2015

Me voy...


La Hermana Nieve ha desatado su inmenso enjambre de alas blancas y silenciosas. "Parece -pensaría un chusco, o un poeta- que despluman a los ángeles en el cielo."Ha nevado toda la noche, y París ha amanecido como de plata. 

En el amanecer gris, un fulgor misterioso emana de todas las cosas; la nieve radía dulcemente en los techos, en los alféizares, sobre las ramazones desnudas. Yo parto dentro unas cuantas horas.

De pie en uno de los puentes del Sena, he mirado por última vez al París adorable que extiende en ambas márgenes sus palacios. ¡No puedo llevarme esta visión, no puedo! Mañana se borraría, se alteraría. Le envío un beso, un beso infinito y me alejo. Jamás he sentido una pena tan honda. 

Algo íntimo me dice que todo lo pierdo al perder esto; que algo se descompleta y acaba en mí, quizá. Otros, que no aman ni comprenden estas cosas, se quedan porque son ricos; ¡y yo me voy porque soy pobre!

 A la mañana siguiente estoy en Londres. Tengo frío. Dos  semanas después, estoy en Nueva York. Tengo frío. Dos semanas aún y estoy en México. ¡Tengo frío, mucho frío!

Amado Nervo